MOTTO

Así que: “…se adquiere un campo, un pedazo de tierra, se da la vuelta a ese pedazo de tierra, en ese primer recorrido del nuevo pedazo de tierra no se lleva a nadie, se protege uno, sigue su camino, se traza un pequeño círculo, destruir, extinguirlo todo, hacer que no haya sucedido, a los curiosos su propia saliva en el rostro, nada de comunicaciones, nada de descubrimientos: éstos se hacen para comunicarlos: se ha llegado a un punto en que ya no se tienen puntos de referencia para trazar los límites: se levanta un alto muro, se construye cada vez más alto, se acelera el muro, se sacrifica casi todo por la construcción de ese muro, finalmente se sacrifica uno mismo, la idea; el muro se ha hecho tan alto que no se puede tener ya ninguna relación,…”...

Thomas Bernhard, In der Höhe. Rettungsversuch, Unsinn, 1959 (Sáenz, 1992).

29.12.10

Biografía: juego mortal: Tres días, Primer día.

“Tres días
Primer día
 …las primeras impresiones, el camino ya para inscribirme en la escuela primaria, en la primer clase… para mí pasaba junto a un carnicero, y junto a la puerta abierta, hachas, mazos, cuchillos en fila, muy bien ordenados, por un lado sanguinolentos, por otro relucientes y limpios, pistolas de sacrificar… luego el ruido de los caballos que se desploman de pronto, los vientres enormes que se abren, se derrumban, huesos, pus, sangre… luego, desde el carnicero, subir unos escalones hasta el cementerio, capilla ardiente, una tumba… todavía me acuerdo, ya el primer día de clases, el cadáver de un joven pálido en la capilla ardiente, hijo de un fabricante de quesos… y de las palpitaciones en el banco de la escuela… una maestra joven…
Mi abuela, que me llevaba siempre además –por las mañanas atravesaba yo el cementerio, por la tarde me llevaba ella al depósito de cadáveres-, me levantaba en alto y me decía: “Mira, otra vez una mujer”. Nada más que muertos… Y eso tiene cierta  importancia para cualquiera, y de eso se pueden sacar  conclusiones sobre todas las cosas…
La infancia son una y otra vez piezas musicales, aunque no clásicas. Por ejemplo: en 1944, en Traunstein, mi camino hasta la escuela era bastante largo. Mis abuelos vivían fuera de la ciudad, a unos cuatro kilómetros. Y en medio unos arbustos, ya no sé de qué. Y, cada vez que paso por delante, sale una mujer de un salto y me grita: “¡Haré que lleven a tu abuelo a Dachau!”.
En 1945 otra historia, otra pieza musical, quizá dodecafónica. El amigo de mi hermano, que entonces tenía siete años, coge una bazuca y resulta casi totalmente destrozado. El lugar se llama Vachendorf. Y yo voy con mi hermano al entierro, en la bicicleta. Es decir, pedaleo a duras penas bajo la barra, y él va sentado arriba, delante, en el manillar. En el camino cogemos flores. Sin embargo a mitad del camino antes del lugar del entierro, sale de pronto un joven del bosque, nos derriba a mi hermano y a mí de la bicicleta, hace pedazos las flores y destroza por completo la bicicleta a patadas… es decir, primero los rayos, luego rompe el manillar, luego hace polvo los guardabarros, luego me abofetea y tira al arroyo de un golpe a mi hermano. Y me pareció que… no sé si era un polaco o un checo… Fue muy extraño. Y nos quedamos allí al borde del riachuelo llorando, y volvimos a pie, es decir, que del entierro ya no se habló más, y luego en casa contamos aquella extraña historia. Y de ésas hay toda una serie.
Dos buenas escuelas naturalmente: estar solo, estar aislado de todo, no participar por una parte, y la continua desconfianza por otra, como consecuencia de estar solo, estar cortado, no participar. Y eso ya de niño…
Mi madre se deshizo de mí. Estuve en Holanda, en Rotterdam, en un barco de pesca durante un año con una mujer. Mi madre me visitaba cada tres o cuatro semanas. No creo que yo le importara mucho entonces. Verdad es que todo cambió luego. Yo tenía un año cuando nos marchamos a Viena, pero la desconfianza duraba todavía cuando fui a vivir con mi abuelo, que me quería realmente, y a la inversa. Luego los paseos con él… todo eso está en mis libros más tarde, y esos personajes, personajes masculinos, son una y otra vez mi abuelo materno… Pero junto al abuelo, una y otra vez… uno está solo. Uno sólo puede desarrollarse solo, la conciencia de que no se puede salir de sí mismo. Todo lo demás es ilusión, duda. Nada cambia.
En mi época escolar, totalmente solo. Se tiene un compañero de banco en la escuela y se está solo. Se habla con la gente, se está solo. Se tienen opiniones, ajenas, propias, se está siempre solo. Y cuando se escribe un libro, o se escriben libros como yo, se está todavía más solo…
Hacer comprender es imposible, no existe. De la soledad, del estar solo sólo surge un estar solo, un estar aislado de todo todavía más intenso. Finalmente se cambia de escenario con intervalos cada vez más breves. Se cree que ciudades cada vez mayores… a uno le basta ya la pequeña ciudad, Viena no basta ya, Londres tampoco basta ya. Hay que ir a otro continente, se prueba a ir aquí o allá, idiomas extranjeros… ¿Será Bruselas? ¿Será Roma? Y allí se viaja por todas partes y se está siempre consigo mismo y con un trabajo cada vez más horrible. Se vuelve al campo, se retira uno a una granja, se cierran las puertas, como yo –y eso a menudo durante días-, se permanece encerrado y el único deseo y el placer cada vez mayor por otra parte es entonces el trabajo. Son las frases, las palabras que se construyen. En el fondo es como un juguete, se colocan unas cosas sobre otras, es un proceso musical. Cuando se ha llegado a cierto nivel, después de cuatro o cinco pisos –se llegan a construir- se ve la realidad del conjunto y, como un niño, se destruye todo. Sin embargo, mientras uno cree que se ha liberado, le está creciendo ya otro tumor, que resulta ser un nuevo trabajo, una nueva novela, en algún lugar del cuerpo, que crece cada vez más. En el fondo, un libro así no es más que un tumor maligno, ¿canceroso? Se opera y naturalmente se sabe muy bien que las metástasis han invadido ya todo el cuerpo y que la salvación no es ya posible. Y naturalmente eso se vuelve cada vez peor y más fuerte, y no hay salvación ni vuelta atrás.
La gente que me precedió, mis antepasados, fueron gente extraordinaria. No es casualidad que los recuerde sobre este banco helado. Ha habido de todo: riquísimos, realmente pobres, delincuentes, horribles, casi todos de algún modo perversos, felices, que viajaron… La mayoría se mataron de pronto en algún momento, especialmente aquellos de los que se creía que ni siquiera tendrían la idea de poner fin sencillamente a su vida –o a lo que así se llama- con un disparo o un salto en el vacío. Uno se tiró una vez a un pozo de ventilación, otro se dio un tiro en la cabeza, el tercero se metió sencillamente en un río con su coche… Y pensar en toda esa gente es tan horrible como agradable. Es algo así como cuando se está en teatro y se levanta el telón, e inmediatamente de clasifica a los personajes que se ven en el escenario en buenos y malos… y no sólo en buenos o malos caracteres, hombres o personas, sino en buenos o malos actores. Y debo decir que es un verdadero placer ver una y otra vez esa representación de cuando en cuando....

Thomas Bernhard - Drei Tage – 1970 (Sáenz,)

23.12.10

“Me la paso muy muy bien, me gusta mucho mucho” Odio-Miedo: Get Out/Apple of Sodom.

Mike Figgis, Leaving Las Vegas, 1995.

  Mike Figgis - Get Out. by alfaomegasrc

Marilyn Manson, Lost Highway1997 (Director Candace Corelli en 1998).





Apple of Sodom


I found the center of fruit is late,
It is the center of truth today,
Cut the apple in two,
Oh, I pray it isn't true,


I found the center of fruit is late,
Is the center of truth today,
I cut the apple in two,
Oh, I pray it isn't true,

I've got something you can never eat,
I've got something you can never eat,
I've got something you can never eat,
I've got something you can never eat,

I drained my heart and burn my soul,
I trained the core to stop my growth,
I pray to die in space,
to cover me in snow,
to cover me in snow,
cover me in snow,
I'm dying, I hope you're dying too,
cover me in snow,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,
I'm dying, I hope you're dying too,

Take this from me, (hate me, hate me,)
Take this from me, (hate me, hate me,)
1, 2, 3, he is a speed bump mannequin,
1, 2, 3, he can't move to stand still,
1, 2, 3, he is a speed bump mannequin,
1, 2, 3, he can't move to stand still,

I've got something you can never eat,
I've got something you can never eat,
I've got something you can never eat,...

19.12.10

Ellos no tienen (ni tendrán) misericordia: No Quarter (+ Ejecución).

Led Zeppelin, Houses of the HolyInglaterra, 1973.

  Led Zeppelin - No Quarter. by alfaomegasrc


No Quarter


Close the doors, put out the light
You know they won't be home tonight
The snow falls hard and don't you know
The winds of Thor are blowing cold
They're wearing steel that's bright and true
They carry news that must get through


They choose the path where no-one goes


They hold no quarter,
They hold no quarter.
Oh...


Walking side by side with death
The devil mocks their every step
The snow drives back the foot that's slow
The dogs of doom are howling more
They carry news that must get through
To build a dream for me and you


They choose the path that no one goes 


They hold no quarter,
They ask no quarter,
They hold no quarter,
They ask no quarter...
Oh No...

Led Zeppelin, The Song Remains the Same, Madison Square Garden, Nueva York, 1973.


17.12.10

En las alturas: En las alturas/Tren ofiarom Hiroszimy.

“…doy un paseo, durante horas de un lado a otro,
Esa gente, cómica, autoengaño: sus contorsiones faciales,
cómo podrían salir de la cárcel en que fueron encerrados,
no queda la menor esperanza,

la realidad es que lo que expresamos, escribimos, es diez veces más tonto que lo que pensamos,
pero sin embargo, como los grandes escritores, nos dejamos tomar por mucho más tontos de lo que somos, y cometemos el absurdo de decir algo, escribirlo, expresar una opinión, defender una orientación, pronunciarnos por una idea,

en las alturas:…

…personalidad, política, odio: escriba un libro que esté totalmente de acuerdo con su forma de ser, un libro que esté totalmente de acuerdo con todos,
hay que dar prioridad a la hipótesis, todo tiene que acabar con la victoria de la hipótesis como realidad,
obedecer con la masa, destruir con la masa, matar con la masa, hundirse con la masa,
mostrar las relaciones entre contrarios, anotarlas, fomentar la desconsideración…”


Thomas Bernhard, In der Höhe.  Rettungsversuch, Unsinn, 1959 (Sáenz, 1992).
+

Krzysztof Penderecki - Tren ofiarom Hiroszimy - 1960 (Orquesta Filarmónica Nacional de la Radio Polaca + London Symphony Orchestra dirigidas por el propio Penderecki, 1973).



Infinita, paradójica, mortal (la segura) Inseguridad: Threads (+ Ejecución)

Portishead, Third, 2008.

  Portishead - Threads by alfaomegasrc


THREADS


Better if I could find the words to say
Whenever I take a choice it turns away

I'm worn, tired of my mind
I'm worn out, thinking of why
I'm always so unsure

I battle my thoughts I find I can't explain
I've travelled so far but somehow feel the same

I'm worn, tired of my mind
I'm worn out, thinking of why
I'm always so unsure
I'm always so unsure

I'm worn, tired of my mind
I'm worn out, thinking of why
I'm always so unsure
I'm always so unsure

I'm always so unsure
I'm always so unsure
I'm always so unsure
I'm always so unsure

I am alive when I sleep
Why am I not in all that I got?
I can't find no one to blame

Stand, stand, damned one
Damned one
Damned one
Damned one

I am one
Damned
One

Where do I go?


Portishead in Portishead, Threads, 2007.


9.12.10

Infinito, paradoja, muerte: En las alturas/Thema Regium.



  J. S. Bach - Thema Regium by alfaomegasrc


…sigo mi camino, mi camino interminable, me he marchado para seguir mi camino interminable, mi camino interminable me convencerá de su interminabilidad,
penetro en la Naturaleza, y comprendo que no sirve de nada, tengo que volver a salir de la Naturaleza,
por término medio, medio millón de ideas en una hora de la tarde,
me esfuerzo por llegar lejos, tengo siempre la distancia y las alturas más altas delante, pero lo cercano me extinguirá, el abismo me extinguirá,
víctima de las distancias sin límite, víctima de las proximidades sin límite,
por encima de todas las sombras y de todas las humillaciones, sufro a mi padre, a mi madre, mis amigos,
esos locos pensamientos sobre las vidas en común, esos locos pensamientos sobre las infinitudes,
y sin embargo es un crimen empezar algo siquiera, todo es mentira, toda coma es mentira, todo es sólo una horrible charlatanería, una insignificancia, una bajeza, una humillación para mí,
pero me aferro a esos pocos pensamientos, y lo que importa es cada letra, lo que importa es cada letra y el reconocimiento de la estupidez,
llega una tormenta y me empuja a entrar en casa,
de puro miedo a los signos de admiración no puedo dormirme, de puro miedo a la expresión horrible, que he inventado,
hacemos el equipaje y nos vamos: tenemos un compartimento de primera clase, viajamos en coche cama, tenemos un tren entero para nosotros solos, hemos corrido las cortinas para que nadie nos ensucie, para que ningún pensamiento nos ensucie, para que el país entero no nos ensucie: el sucio mundo no tiene posibilidad de acceso, 

a través de diez mil fronteras, a través de diez mil controles, sin pasaportes, sin estúpidas locuciones verbales, sin circunloquios, sólo con nuestro objetivo, con nuestro padre y con nuestra madre,
no se nos reprende: todos los nombres se han alejado demasiado de nosotros, lo hemos dejado muy atrás,
¿qué?, ¿adónde?, ¿nosotros?, ¿qué hemos hecho de nosotros?,
entra la muerte con conciencia de sí misma,…”


Thomas Bernhard, En las alturas, 1959 (+ J. S. Bach, Musikalisches Öpfer -Thema Regium, 1747 (Savall, 1999)).